ENCUENTRO CON EL GÉNESIS DE MIS ANGUSTIAS EXISTENCIALES Y ALGUNOS TRAUMAS INVENTADOS
La complicidad de buenos amigos y sin las obligaciones de un noviazgo. En eso volvimos esto que no tiene nombre, ponerle título no es importante.
Cualquier día encontrarnos, volarnos de cuanto nos rodea para tener un encuentro sexual.
Sin afanes, sin compromisos, sin reglas, sin pensarlo demasiado, solo para hacer un nuevo aporte a nuestras memorias.
Pasaba por su apartamento, timbro en el citófono:
- Hola.
- Hola.
- ¿Puedes bajar? pregunté.
- Estoy con mi novia.
- Entonces me voy.
- No, dame diez minutos y ya bajo.
A los diez minutos baja con un CD en la mano y me lo entrega.
- Por favor espera otros diez minutos y la echo.
- Bien pero apurate.
Voy a conocer a esa sombra que nunca tuvo cara y por quien jamás quise preguntar. Los vi bajar y esperar durante un rato el colectivo, vi como su brazo descansaba sobre los hombros de ella. Se despidieron con un simple beso en la boca, nada apasionado, nada trascendental, uno de esos besos dados por hábito.
El estómago se me revuelve, después de casi año y medio de habernos alejado me doy cuenta que lo he perdido, que ya no soy parte de su vida, que allí estaba con otra mujer a la que podía amar, a la que le entregaba todo, era ella su presente tangible.
Absurdo, la sombra tiene cara, tiene cuerpo y allí va. Ya lo sabíamos, nuestro tiempo ya pasó. Nos mentimos y tapamos la realidad, la envolvimos con una despedida dilatada en una amistad fingida, en tardes de sexo.
La burbuja en la que encerramos nuestra relación acaba de estallar.
Cualquier día encontrarnos, volarnos de cuanto nos rodea para tener un encuentro sexual.
Sin afanes, sin compromisos, sin reglas, sin pensarlo demasiado, solo para hacer un nuevo aporte a nuestras memorias.
Pasaba por su apartamento, timbro en el citófono:
- Hola.
- Hola.
- ¿Puedes bajar? pregunté.
- Estoy con mi novia.
- Entonces me voy.
- No, dame diez minutos y ya bajo.
A los diez minutos baja con un CD en la mano y me lo entrega.
- Por favor espera otros diez minutos y la echo.
- Bien pero apurate.
Voy a conocer a esa sombra que nunca tuvo cara y por quien jamás quise preguntar. Los vi bajar y esperar durante un rato el colectivo, vi como su brazo descansaba sobre los hombros de ella. Se despidieron con un simple beso en la boca, nada apasionado, nada trascendental, uno de esos besos dados por hábito.
El estómago se me revuelve, después de casi año y medio de habernos alejado me doy cuenta que lo he perdido, que ya no soy parte de su vida, que allí estaba con otra mujer a la que podía amar, a la que le entregaba todo, era ella su presente tangible.
Absurdo, la sombra tiene cara, tiene cuerpo y allí va. Ya lo sabíamos, nuestro tiempo ya pasó. Nos mentimos y tapamos la realidad, la envolvimos con una despedida dilatada en una amistad fingida, en tardes de sexo.
La burbuja en la que encerramos nuestra relación acaba de estallar.
1 Comments:
Esas relaciones tormentosas escudadas detras de un "buenos amigos y sin las obligaciones de un noviazgo" o más comúnmente como "amigos que follan" supuestamente tienen el objeto de no ocasionar daño a ninguna de las partes involucradas, por su carácter de "informales".
Que buena capacidad de mentirnos la que tenemos. Que gran pajazo mental.
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