VUELTA AL CIRCULO PASO 10

Yo no debía seguir en lo mismo y sin importar nada, tendría que hacerme a la idea de sacarlo por fin de mi vida, tendría que aceptar que se fuera con ella y no volver a verlo. Lo llamé creo que le menté la madre muchas veces y me revolqué en mi llanto.

Él se extrañó de que yo le hablara así. Era la primera vez que le hablaba así. Fui hasta su oficina, me vestí muy, muy linda ese día. Es muy común que cuando uno tiene problemas con un hombre, el día que van a “hablar”, se vista muy linda, ese día si se maquilla, se perfuma y hasta se pone tacones, todo con tal que él vea cuanto pierde y le duela, ¡Que estupidez! Fuimos a almorzar y todo el tiempo tuve ganas de llorar, le pedí que almorzara, yo llevaba tantos días tan triste que ya no tenía ni ganas de comer.

Al terminar fuimos a fumar un cigarrillo, me dijo que no quería que me fuera de su vida, si es cierto que él lo estaba intentando de nuevo con Amparo, además, yo ya había vuelto con mi novio. Caminamos hasta un parque. Yo temblaba. No se si era la lluvia o la falta de calorías. Me sentó en sus piernas y entonces le leí:

Quiero que te vayas de mi vida, no me busques, no me vuelvas a llamar y esto lo digo, no porque en serio eso quiera, lo digo porque creo que hasta acá puedo con las contradicciones.

Creo que lo que hago es lo que debe ser, porque siento que tu ya tomaste una decisión que no te atreves a confesarme, por eso me voy para no estorbar mas en tu vida. Y alejándome, siento que muero, porque ahora sé que perderte de nuevo es morirme un poco.

Tu pediste tranquilidad y yo te la doy, estando contigo o apartándome de ti, eso es lo que siempre quise.

Desearía esto fuera diferente, quiero caminar contigo de la mano, abrazarte, besarte por última vez como lo hicimos la otra noche en las escaleras e intentar que una parte de mi se quede contigo, deseo hacerte el amor infinitamente, oler tu piel, besar cada rincón, perderme en ti y sentir como pierdo hasta la razón a tu lado, quiero sentir como penetras mi razón, mis sentimientos y al mirar tus ojos descubrir que soy yo a quien deseas.

Quiero reír a tu lado, quiero hablarte y buscarte y que cuando tenga cualquier problema por insignificante que sea, tu me escuches.

Quiero hacer planes contigo, pensar en el futuro, que ambos crezcamos. Quiero volver a la casa de tu Papá, y de nuevo limpiar el solar, y la casa, quiero caminar contigo en ese pasto y bajar hasta el río e ir contigo hasta las cuevas de las cuales nos hablaban, quiero cocinar para ti, y sentarme a tu lado, disfrutar de la cena contigo y de nuevo encender velas para acompañarnos en la habitación, y quiero amarte de nuevo y exhausta dormir encima tuyo, quiero que me arrullen tus caricias y el calor de tu cuerpo, quiero sentir como el tiempo no pasa y el mundo que está afuera no importa, porque simplemente estoy contigo.

Quiero otra tarde salir a caminar y contarnos cosas y saber como te va en la vida, quiero que intentes robarme un beso e intentar esquivar tus abrazos, quiero ser tu cómplice en una aventura de la cual solo tu y yo sabemos, y quiero sonreír mientras pretendes conquistarme.

Quiero sentir tu olor, y que de tanto estar a tu lado sea parte del mío, y que como tantas veces me ha pasado, lo extrañe, y lo empiece a buscar en las personas que tengo cerca, pero que finalmente ese deseo solo lo pueda calmar contigo.

Quiero soñar que estarás siempre a mi lado, y que cuando piense en lo que haré mañana, ahí te encuentre, que cuando compre una casa sea de los dos, cuando compre un carro, sea para llegar más rápido a verte y cuando juntos decoremos nuestro hogar, cada rincón sea el reflejo de nuestros deseos, quiero sonreír mientras imaginamos como sería un hijo nuestro.

Quiero pensar que cuando esté cansada voy a esperarte, para ir a tomarme junto a ti un tinto, y sentarnos en el mismo café, y que mientras hablamos nos miremos en el mismo espejo.

Y quiero también decirte que te odio por saber que cuanto deseo solo se quedó en eso, que cuando hablo contigo y me hablas con esa voz distante, te odio de nuevo, te odio por acabar con mis sueños y por tomarlos como esta hoja, arrugarla y echarla a la basura.

Quiero que esta pesadilla se termine: el viernes te amé, el sábado te pensé, el domingo te extrañé, el lunes te odié y sentí que de nuevo mi mundo tambaleaba, el martes quise olvidarme de ti y parcialmente lo hice, hasta que un comentario me trajo tu recuerdo, hasta que me di cuenta que volver a la ciudad era volver a la normalidad y que tarde o temprano tendría que enfrentarme a la verdad que tu ya sabes: que no me quieres, que ya me tuviste y no te intereso, que puedo ser quien quiera y mis sueños no son los mismos tuyos y que a fin de cuentas yo sola me monté en esta nube y yo veré cuando y a que hora me bajo.

Por eso me despido, para huir de lo que siento por ti, para olvidarme de lo que he escrito, para dejar atrás lo que vivimos y habría preferido despedirme de otro modo pero me temo mucho que si no lo hago hoy, quizás no lo haga nunca.

Te adoro, te amo demasiado, tanto como para arrancarme el corazón, desgarrar lo que siento por ti y dejarte ir, para que sigas viviendo, para que realices tus sueños, para que alcances cuanto te propongas, para que encuentres el amor de tu vida, para que nadie te reclame nada, y pases tus días sin tener que preocuparte porque te echen algo en cara. Tu te mereces ser feliz y encontrar la tranquilidad que añoras. Te agradezco por invitarme a pasar un momento por tu vida.

Y en el corazón me siento aun tuya.