DE PASEO
A las diez de la mañana al siguiente día, todos los borrachos aun dormíamos. Edilberto viajó con 3 niños: su sobrino de 7 años, un primo de 8 y una niña de doce años. Los niños en la mañana ya estaban junto a la piscina.
Yo no dormí muy bien porque Edilberto ronca y anoche hasta creí que se iba a morir del horrible ruido que salía de su ser. Además, estaba preocupada y quería llamar a mi casa. Cogí a escondidas el celular de mi novio y llamé a mi casa. Cuando contestó mi mami dije Aló y de inmediato se cortó la llamada. El celular estaba sin batería.
Me acosté a dormir otro rato, no había nada más por hacer. A las doce nos despertamos. Adriana se levantó con los niños y les preparo desayuno, ahora Claudia debía prepararnos el desayuno a nosotros. Me arreglé y salí mucho más fresca, los muchachos se alistaron para bajar hasta el pueblo y traer la carne del almuerzo. De repente los muchachos ya no estaban y mi novio había desaparecido. El desgraciado se largó con sus amigos y ni siquiera me dijo que se largaba.
Me tocó socializar con esas viejas. Luego, salí hasta los columpios y recordé el paseo con los profesores. El desgraciado de Nicolás no me llamó.
Me senté en un columpio. Me fui descalza pisando el prado, tenía una bicicletero corto y una blusa de tiritas. Empecé a impulsarme como si quisiera también salir de mi cuerpo. Sentía mi cabello volar al viento y luego taparme el rostro. No se cuanto tiempo estuve allí, pensando todo, pensando nada, solo sintiendo. Cuando me baje me dí cuenta que de la fuerza que había hecho me salieron ampollas en la palma de las manos.
Me fuí a ver lo del almuerzo, pedimos a un señor que prendiera un asador para cuando llegara la carne. Casi una hora después llegaron los muchachos. Ya había puesto a hacer el arroz y esperaba que mi novio me colaborara con la carne. Pero no. Tampoco sé que se hizo. Estaba ocupada y no lo volví a ver.
Cuando logré desocuparme fui a buscarlo, lo encontré en la piscina refrescándose. Obviamente le reclamé.
- ¿Tienes algún problema conmigo?
- No, ¿porque?
- ¿Porqué desapareciste?
- Si, pero es que no pensé, solo me fui con ellos.
- ¿En algún momento pensaste en mi? No respondas. Yo quiero llamar a mi casa y estaba esperando que ustedes salieran para poder llamar a mi casa.
- ¿Intentaste desde el celular?
- La verdad si, pero está descargado. Además necesitaba que me ayudaras a hacer el almuerzo. Era responsabilidad de los dos y tampoco me ayudaste.
- Ya iba a ayudarte.
- No, ya no tienes que hacerlo. Ya terminé. Espero al menos verte a la hora del almuerzo.
Cuando bajó ya había servido el almuerzo y hasta ya me había sentado a comer. Cuando terminamos de almorzar él empezó a lavar los platos. Me senté en la parte trasera de la casa a hablar con Mauricio. Los niños querían ir a recoger frutas, pero les pedí que esperáramos a mi novio para ir todos. El terminó de lavar la loza y se volvió a perder. ¿Cómo pretende que yo esté de buen genio si no colabora? Y claro que tenía motivos.
Después todos nos fuimos a jugar fútbol, jugamos voleibol, jugamos a la olla. Terminamos exhaustos de jugar con los niños. Le pedí a Edilberto que fuéramos al pueblo para poder llamar.
Hablé con mi mami y extrañamente estaba tranquila, no se puso de mal genio, hasta me dijo que me cuidara. Regresamos a la casa y jugamos ping pong en parejas. La pasamos muy bien.
Al día siguiente fuimos a un parque ecológico. Regresamos a la casa y con la misión de terminar con todas las existencias de comida. Cuando todos estuvimos listos nos montamos al carro. Nos dejaron de nuevo en el pueblo para coger un bus que nos llevara a Bogotá.
En la noche llegué ami casa. Tengo muchas cosas que definir cosas: mi futuro, el futuro de esta relación. Estoy mamada.
2 Comments:
Super bonita la escena del columpio. De chiquita me gustaban mucho y hasta me hice una cicatriz con uno. Yo también quisiera salir volando algún día..........ojalá....Saludos angie.
Tu comentario me hace recordar pelota de letras... parques de lato riesgo para los que lo vivimos
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