12.12.2005

VIVIENDO EL DESPECHO


Al día siguiente, al mirarme al espejo me veo desfigurada de tanto llorar. Casi no me reconozco.
¿Para qué levantarme si ya no hay motivos?, ¿Para qué sonreír si ya no hay con quien?, ¿Para qué vestirme si ni siquiera quiero salir?, ¿Para qué arreglarme si no me interesa interesarle a nadie? Ya había olvidado que esto era tan difícil. Siento aun ganas de llorar y recuerdo cada una de las palabras de Jorge y me digo a mi misma: ¿Porqué tenemos que terminar? De pronto ni siquiera sea necesario. Y si algún día volvemos.
El dijo que no. Que ni lo pensara. Es como si los dos ya hubiéramos tenido oportunidad y nuestro tiempo y de lo contrario ya todo terminó. Pasa el día e intento ocuparme en algo que me haga olvidar lo que ha pasado. Intento pensar en algo que no sea él. Estoy sacando cotizaciones y regañando a todo el mundo porque no las sacan rápido.
He pensado en Rafael. No se como estará, me preocupa, ayer me dijo que estaba enfermo. De qué estará enfermo? Será que finalmente lo operaron o es puro paro?
Este fin de semana no se me antojó en lo más mínimo estar con él. Lo llamé y me dijeron que no estaba. Me parece extraño porque si está incapacitado como va a estar callejeando. Mas tarde lo llamo para saber como está. Raro que no haya llamado para que lo fuera a visitar.

EL FIN AL FIN


Mi novio apareció al día siguiente. Llamó y dijo que quería verme, que más tarde vendría. Se sentía en el ambiente que yo iba a terminar con él.
Llegó a mi casa y cuando lo vi no supe ni como saludarlo, fue muy incómodo.
- ¿Salimos? preguntó.
- ¿a dónde? Yo no quería estar en la casa, pero tampoco quería alejarme.
- Vamos hasta el supermercado, ¿Puedes?
- Está bien... vamos.
Al llegar al supermercado él insistía en que yo eligiera algún trago. Yo no quería, no quería emborracharme, no quería beber, sabía que le iba a terminar, no sabia como iba a reaccionar y lo peor de todo es que sabía que esta vez si sería definitivo.
Él eligió media botella de aguardiente y nos fuimos a hablar.
- Ahora si cuentame ¿Cómo te fue en Flandes? Preguntó.
- No fui a Flandes-. Yo no podía ser tan boba y decirle que si había ido cuando sabía que él había llamado y colgado.
- ¿No viajaste?
- No, no quise. E igual tu jamás llamaste, por eso no tuve como contarte.
- Tu, ¿por qué no me llamaste?
- Porque tu estás muy raro e igual yo si te llamé, las veces que te he llamado tu papá responde diciendo que no estás.
- Si, también es cierto que no he estado.
- ¿Dónde estuviste?
- Estuve con Edilberto todo el fin de semana. Con él, con el hermano, la novia del hermano y con la nueva novia de Edilberto.
- ¿Cómo le va con ella?
- Se quejó todo el fin de semana porque a la vieja le da pena cogerlo. Pero al final todos estaban de plan romántico y yo estaba solo y te extrañé.
Hablamos mucho, me contó sobre los problemas de su empresa, que todo se estaba hiendo a pique, los problemas en su casa, etc, etc. Después de un rato le eché todo el rollo.
- Estoy cansada, cada vez que tengo plata, la gastamos en una sola noche de rumba y lo mismo sucede cuando tú tienes plata. Cada peso se te va en rumba y en trago. La vida es mucho más y tu y yo ya no estamos evolucionando. Yo no se que hacer para solucionar esto porque definitivamente vivimos en ese rol siempre. No es la primera vez que hablo de lo mismo, hace tiempo te terminé por lo mismo y nada ha cambiado hasta ahora.
Creí que se iba a justificar y a intentar dar excusas por su comportamiento y en vez de eso me dijo que me entendía. Sabía que en cualquier momento yo me iba a cansar. Los dos somos muy buena vida, nos encanta estar en lugares lindos, tomando bien, rumbeando bien, sin hambre, sin necesidades de ningún tipo.
Me excusó por haberme aburrido de la situación. Tarde o temprano este momento iba a llegar. No es tan rico vivir un noviazgo cuando a pesar del amor que hay, no hay plata ni para encontrarnos, muchas veces la creatividad se te queda corta cuando llegas a otro fin de semana más sin saber en que plan meterte sin un peso, o cuando tienes tantas ganas de salir a rumbear y tomarte unos tragos y no hay dinero para hacerlo.
Era solo cuestión de tiempo.
El tiene planes de irse a vivir a otra ciudad, trabajar en un negocio de su papá. Me duele, me duele mucho perderlo, dejar que se marche. Yo sé que no he sido sincera con él. Que le he puesto cachos, pero igual, es una buena relación, y todo lo vivido nos ata, puede ser la costumbre, puede ser el sentimiento que despierta cada detalle y cada segundo entregado en este amor.
Se que no es el único hombre bueno que hay en el mundo, que de amor nadie se muere, que si tu te vas alguien mas llegará a llenar el espacio que has dejado, pero igual duele.
Duele la distancia, la soledad, la ausencia, el vacío, tu voz, tu cuerpo, tu sonrisa, tu forma de apretarme entre tus brazos, tus llamadas, si no estás, quien va a estar pendiente de cuanto hago, quien va a felicitarme cuando tenga éxito, quien va a salir conmigo, quien, quien.
Puedo tener amigos pero ellos no compensan ni alcanzan a llenar tu lugar. Me siento estúpida, pero esto es lo que pienso. Hacía mucho no sentía este dolor, había olvidado lo rico que es el sentirse como una cucaracha aplastada por el mundo. Y es cierto, también disfruto este dolor que te hace sentir en las entrañas el amor que te deja, ese vacío inmenso que no tienes idea de con que llenar, y una musa loca te recorre con ideas, no saber como manejar la situación pero intentar controlarla en todo momento, intentar no llorar aunque en tu garganta duela este amor, que ahora te empieza a matar.
Pasaron las horas hablando y contándonos cosas hasta que llegó la hora de despedirnos. Recordamos varias borracheras, nos reímos recordando otras épocas, me llevó hasta la puerta de mi casa.
No recuerdo bien, pero creo que nos dimos un tierno beso, empezó a llover y eso hacía apurar la despedida. Nos abrazamos, él se veía muy triste, de pronto vi como bajaban las lágrimas por su cara. Esas lágrimas te duelen en el alma, te sientes vil, miserable, bajo, el peor ser del mundo.
Yo lloraba y no me reprimí, había tomado esta decisión desde hace mucho tiempo, yo había sido la berraca que hasta me había burlado de lo que podía sentir, porque no me permito sentimientos sensibleros y culos que me hagan ver inferior a algo en este malparido mundo.
Y allí estaba, sintiendo dolor, sintiendo que un pedazo de mi alma se iba con él. Sabiendo que el día siguiente sería peor, y el pasar de los días me iba a golpear el verme sola, sola, sola.
- Me voy ya-. Fue lo último que dijo.
Quisiera correr tras él, decirle que no importa, que continuemos, que algo haremos, que sigamos dándole largas a la situación. Pero para qué?, para que en una semana estemos igual que antes?
No... vete. No soy la mujer de tu vida, te amo, tú me amas pero quizás eso no es suficiente. Como todo lo que le rodea, todo fue muy romántico, esa noche bebimos para terminar tal cual como empezamos, bebiendo.
Llovía y sin mirar atrás y con paso firme se alejó de mi vida. Sentí una angustia horrible y permanecí clavada en el suelo viéndolo partir. Cuando lo perdí de vista fui a otra ventana para poder seguir viéndole.
Llovía y sin prisa caminaba, como contando los pasos y después ya no estaba. Me fui a dormir aun envuelta en lágrimas pero en el fondo pensando que esto es lo más maduro que he hecho en toda mi existencia.
Lo dejo a él porque nuestra relación no va a ningún lado, me olvido del amor que le tengo, me atravieso una espada en el alma para ser más consciente, antepongo mi futuro, mis necesidades y sacrifico este amor. Como duele crecer.

DE NUEVO AL COLEGIO


Llega el Jueves y por fin entro al colegio, a trabajar.
Todo está como siempre los niños revoloteando por ahí, Nicolás toca la campana y todos corren a formar. Siempre en formación Nicolás me mira y sonríe con cara de infante travieso. Pero hoy no, su mirada es esquiva, evade mirarme y finge estar ocupado.
Saludo a todos pero no alcanzo a llegar a Nicolás. Entro a clase. Al momento del Break (descanso) me encuentro con Nicolás y no puede evadirme mas. Me saluda alegremente con un beso cerca de la boca, por costumbre corrí la cara.
Hoy no vamos a dar clase sino a jugar con los niños. Jugamos a la bandera, un juego de estrategia donde cada equipo posee una bandera y debe protegerla, mientras intenta llegar a robar la bandera del equipo contrario. Jugando llegamos a la hora del almuerzo.
Después de almuerzo jugamos al Diablo. Todos estamos en una cancha de fútbol y la idea es: el que hace del diablo está en la mitad y solo se mueve horizontalmente a lo largo de la línea del centro, todos nos ubicamos en un arco (cancha de fútbol) y debemos correr Hasta el otro arco sin dejarnos coger, al que cogen pasa junto al diablo para atrapar a los demás.
En el juego estamos cuatro "adultos" con todos los chiquitos, a medida que el Diablo coge a alguien, la cadena se hace más grande. Obviamente los más difíciles de coger son los grandes. El que gana, pasa a ser el Diablo y por eso preferí dejar que me cogieran.
El único grande que faltaba era Nicolás, todos los niños me pedían que lo cogiera pero era muy difícil, así que hicimos un plan con los niños, él debía correr hacia donde yo estaba y cuando estuviera cerca, le hacía zancadilla y en el piso lo cogía.
Vi correr a Nicolás hacia mi, cuando lo tuve cerca atravesé la pierna, Nicolás corría tan rápido que en vez de caerse estrelló su pierna contra mi canilla. Me quedé de pie, siguiendolo con la mirada, el golpe que me dio fue muy duro. Nicolás al llegar al otro lado de la cancha se tiró al pasto y empezó a revolcarse de dolor.
A mí me dolió, pero no me tiré al piso, no iba a demostrar dolor. Me miré la pierna para ver que me había pasado y en el lugar donde me golpeó tenía tres aruñones rojos, no tenía nada más. Seguimos jugando y Nicolás siguió cojeando.
Después de un rato, cansados, dejamos de jugar. Mi celular sonó, mi familia venía a recogerme. Al rato, empecé a sentir como se inflamaba mi pierna. Busqué un poco de hielo y pero por ser el primer día no había.
Parecía como si me fuera a salir otro pié. Se inflamó horrible y empezó a tomar los colores del arco iris. No me dolía, (creo que cuestión sicológica) pero me preocupaba la inflamación. Estuve sentada en el pasto y Nicolás se sentó a hablar naderías conmigo.
Cerca de las 3 de la tarde, llegó mi mami con mis primos.
- ¿Qué te pasó?, preguntó alarmada.
- Te presento a Nicolás, él me pateó.
Nicolás por detrás me decía - sapa, sapa.
A la salida entre el desorden de los niños listos para subir a la ruta, sus afanes, los juegos, las risas, las maletas enormes, mi mami se despedía de todos y al lado, yo, me despedía de Nicolás. Lo miré a los ojos y le puse un beso en los labios y le sonreí como si nada.
- ¿Mañana vas a estar en tu casa? Preguntó.
- Sí, claro. ¿Por qué?
- Por que tal vez mañana hagamos algo, de salir a tomar, ¿vas con nosotros?
- Claro, llámame.
Dios, esperar de nuevo que él llame es como esperar a ganarme la lotería. Debí decirle que yo lo llamaba. Ya se, no llamará.

HOME ALONE


Mi mami quería que nos fuéramos de paseo familiar, todo un puente encerrados en una casa con calor, con ellos, nooooo.
Mi hermana y yo hicimos todo lo posible por no ir. Yo le dije que tenía que trabajar. Se puso de mal genio y quería que igual me fuera al día siguiente. Yo argumenté con todo el tiempo que debía trabajar. Por mi lado ya todo estaba solucionado, mi hermana dijo que estaba cansada de estar en tierra caliente y que no quería salir de casa. Tanto molestamos que finalmente mi mami decidió que se iría sin nosotras.
En el día fui a trabajar y en la tarde ya estaba de regreso en casa. Almorzamos cualquier pendejada que se nos ocurrió hacer de comida, ya que mi mami no nos dejó plata para comprar de comer. Esperé que Nicolás llamara y nada. En la noche llamé a mi mejor amigo de la universidad, amigo de farras, lo quiero mucho. El dijo que estaba con un amigo y que si armábamos algo, acá caían.
Mi hermana que supuestamente iba a invitar a unos amigos jamás llamó a nadie. Fernando casi a las ocho dijo que vendría con unos amigos para que bebiéramos y jugáramos cartas. Nos sentamos en el comedor con Carol a comer y a ver tv mientras llegaba Fer.
Ya teníamos hasta sueño cuando llamó Fernando.
- ¿Aló?
- Hola Angie.
- ¿Dónde estás?
- Estamos en la portería.
- Ya salgo por ustedes y compramos algo de beber.
- Listo acá te esperamos.
Fernando estaba con cuatro amigos. Trajeron una caja de aguardiente, en la tienda compramos otra y llegamos hasta la casa. Sacamos las cartas y empezamos a jugar. Fernando sabe muchos juegos, nos enseñó uno, nosotras le enseñamos otro y bebimos toda la noche. Estábamos tan animados que una vecina vino a pedir que le bajáramos el volumen y también dos celadores.
Bebimos, bailamos, nos dieron las tres de la mañana, dos amigos se fueron a dormir, yo los acosté en la cama de mis papás. Otro se fue en taxi a su casa y nos quedamos solas en la sala con Fernando y Nicolás el ex novio de mi hermana, que había llegado hacia una media hora.
Seguimos molestando, se acabó el aguardiente, cogimos las botellas de vino que había en la nevera. Tomamos un poco y ya estábamos tan cansados que nos fuimos a dormir. Carol se acostó con Nicolás y yo me fui a la cama con Fernando.
En la cama empezamos a besarnos como en otras épocas. Tenerlo a él es como tener un objeto con el cual te puedes masturbar, manipular como mejor se te antoje. Fernando estaba echado en la cama y simplemente me senté sobre él, jugamos un rato, me recosté a su lado y no supe a que hora me dormí.
A la mañana siguiente estaba desnuda y sentí ruido. Así me levanté y al recorrer el apartamento todos estaban profundamente dormidos. Volví a acostarme, abracé a Fer que estaba calientico.
Unas horas mas tardes tenía mucha hambre y me levanté con ganas de hacer un caldo. No es común que me levante con ganas de cocinar algo, pero quien más lo haría. Los muchachos uno a uno se fueron levantando, medio ayudaron a recoger el desorden que se había hecho y cerca de las 10 de la mañana se fueron.
Supuestamente si los llamábamos en la noche quizás volvían. Pero para la noche yo ya tenía otros planes. Con Carol no la pasamos todo el día de arriba para abajo juntas, salíamos a fumar, a comprar algo de comer, veíamos televisión juntas. Nos sirvió mucho este fin de semana para conocernos y compartir cosas. Era extraño vernos tan unidas.

SEGUNDA NOCHE HOME ALONE


En la tarde llamé a Arnold y le dije que viniera a la casa con los muchachos. Él como siempre me responde con una sonrisa y acepta a cuanto quiero.
En la noche estábamos igual que el día anterior a diferencia que con mas sueño. Casi toda la tarde dormimos. Me desperté como a las cinco y al rato llegó Diego. Diego es un niño hermoso físicamente, es amigo de Carol, su defecto es que como buen niño hermoso es un idiota.
Dieguito no coordinar una frase bien enunciada con otra y muchas veces cuando hacemos algún comentario irónico o chistoso él todo lo toma como cierto, aparte de eso, es noble y buena persona. Cuando llegó, nos pusimos a hacer una torta que teníamos desde diciembre y que jamás hicimos. Mientras Diego estaba en esas yo me arreglaba para farrear en la noche.
Carol por fin se despertó, con los ojos hinchados de todo lo que ha llorado por su novio que al parecer va a pasar de Estados Unidos a Canadá para estudiar. Salieron a comprar mas cigarrillos mientras yo esperaba a que los muchachos llegaran.
Los muchachos llamaron, que estan cerca y que por favor los esperaramos en la portería. Llegaron en el carro de Juan Carlos. Venían con un tono como burlón y cuando ellos se ponen así yo me pongo muy seria y eso duró tanto al principio que hasta creyeron que estaba brava.
Se bajaron del carro y salimos para la tienda a comprar algo de beber. Hicimos vaca y de regreso a la casa me confesaron que ya traían una caja mas de aguardiente. Los muchachos eran cinco y con mi hermana, Diego y yo éramos en total 8, lo más probable es que el trago no nos alcance, así que la misión era beber con calma para no acabarlo tan rápido.
En la casa de nuevo sacamos las cartas y empezamos a jugar, jugamos ocho loco, manotazo, siete pum, mímica con películas, toda la noche y nos reímos mucho. Estábamos tan concentrados en los juegos que esta vez casi ni hicimos ruido.
Jugamos siete pum con penitencia. El que perdía se debía tomar una copa de aguardiente. La poníamos en el piso, la persona de rodillas debía tomar la copa con los labios, levantarla y beberla completa, al terminar, debía volverla a poner en su sitio sin cogerla con las manos.
Sonó el teléfono, pensé que era mi mami. Le bajamos el volumen al equipo y todos hicieron silencio. Nadie me habló, que raro... colgué y al rato volvió a sonar. Creo que no es mi mami, no llamaría a media noche, creo que debe ser mi novio para ver si estoy o no. Lo mejor que puedo hacer es desconectar el teléfono.
Seguimos jugando y bebiendo, parecíamos chinos chiquitos. La pasamos muy bien. Jugamos tambien con las copas de aguardiente a "Al pin, Al pon". Arnold me busca, se sienta a mi lado, me coge de la mano, me consiente. Creí que en algún momento todos estaríamos cansados y nos hiríamos a dormir, pero nunca se dio.
Pasamos la noche entre juego y juego, cuando vimos la hora, empezaba a amanecer, el trago duró toda la noche. Nos dieron las 6 de la mañana bebiendo. Acompañé a los muchachos al parqueadero y se fueron. Cuando volví estaba tan cansada que lo único que quería era dormir, pero mi mami había dicho que regresaban el domingo. Teníamos que arreglar.
En el comedor me esperaba una copa doble de aguardiente.
- Tómatela - dijo Carol.
La levanté y la bebí de un solo empujón. Me prendió lo que no me había hecho todo el trago de toda la noche. Estando un poco borracha empecé a arreglar la casa. Nos fumamos el último cigarrillo y mientras Carol arreglaba cocina yo iba barriendo la casa. En cada habitación limpiábamos todo y con agua de canela trapeamos el piso para que absorbiera el olor a trago y cigarrillo.
Sacamos la basura del fin de semana, botellas de vino, cajas de aguardiente, cigarrillos. Nos bañamos para eliminar toda evidencia del olor de trago que aun teníamos en el cuerpo y a las diez de la mañana nos fuimos a dormir con la casa reluciente.
Dormimos ese día hasta la tres, cuatro de la tarde. Hicimos nuestra primera comida decente de todo el fin de semana. Llamé a mi mami a y dijo que venían al día siguiente.
El festivo pasó sin mas rumba, la ventaja que las paredes no hablen.

PENSANDO EN TERMINAR CON MI NOVIO


Mi novio llama para que hagamos algo, tengo como pereza, pero que más da, así que sacamos los patines y nos vamos a montar por ahí. Cuando ya nos cansamos de patinar alquiladas algunas películas. La Era del Hielo (me gustan las películas infantiles), Cabina telefónica para que mi novio calmara fiebre. Y la última, me temo mucho que es tan petarda que ni recuerdo su nombre. Es una de acción que no llega a ser ni medianamente para recordarla. El se fue tarde. Estoy tan aburrida con él, de él. Ya no quiero ni siquiera besarlo, o que se me acerque mucho. Es extraño.

Al dñia siguiente me llama.
- ¿Qué película alquilaste?
- Bailarina en la oscuridad.
Bjork me encanta, quiero ver esta película... sola, pero él viene en camino. Al terminar la película estoy conmovida. Hablamos de la película y terminamos casi peleando. Casi, porque él prefiere darme la razón para no pelear. Estoy harta. Quiero gritar cada vez que lo veo y creo que hasta me pongo algo violenta.

Sábado en la noche. Si lo veo de nuevo voy a enloquecer. Llamó a un amigo para salir en la noche. Es de noche y espero la llamada de mi amigo, suena el teléfono... es mi novio.
- ¿Vamos a ver el partido?
- ¿Sabes qué? me siento como enferma y no quiero salir.
- Es que Edilberto dijo que si íbamos para ver todos el partido.
- Yo no quiero ir.
- ¿Entonces que vas a hacer?
- Dormir. Si quieres llámame mañana y me cuentas como te fue.
- Bueno chao.
Que partido ni que partido. Mi amigo llama, nos vemos en casa de otro amigo. Al llegar allá los muchachos están viendo el partido. Salgo con tres amigos, como siempre a rebotar de sitio en sitio: este no me gusta, acá están con solo Vallenatos, en el otro no hay donde sentarnos.
Terminamos metidos en el chuzo más feo del barrio. que carajos. Lo único que hacemos es beber, y beber. Uno de ellos hace poco terminó con la novia y está un poco arrepentido, yo les comento sobre mi relación. Me aconsejan que mejor vaya enfriando las cosas. Que lo piense bien y empiece a sacarle el cuerpo.
Lucho me dice que por mas que duela sea directa, que pierdo el tiempo y se lo hago perder a mi novio en una relación que no va para ningún lado. Tiene toda la razón.
Bebimos como hasta las tres de la mañana. Salimos y compramos media de aguardiente. Beben tan rápido que ya si a mi me cabe mas. Terminamos en plan de parque. Cuando ya no teníamos mas que hacer jugamos siete pum.
Todos contamos desde el uno: uno, dos, tres... cuando lleguemos a un número terminado en siete o múltiplo de siete decimos pum, y el orden se devuelve. Hasta el juego se vuelve aburrido entonces jugamos con penitencia: el que pierde se baja los pantalones y lo muestra por detrás, tres segundos (bastante peligroso... soy la única vieja y no me ha ido muy bien jugando... ellos están emocionados) El que pierda cinco veces lo muestra por delante.
Les salió muy mal el cuento. De pronto me concentré y terminé conociéndolos a todos. Fue muy chistoso. Jodimos y jodimos hasta que ya mamados de ver pipís se fueron a sus casas.
Mi amigo y yo nos quedamos solos. Le pedí que camináramos un poco y terminamos en un parque al que llamábamos "el parque los pecados", porque alguno había hecho algo allá.
En ese parque me rumbeé con uno de ellos. La única vez. Es tan tarde ya, o mas bien tan temprano... casi las cinco de la mañana. Hay mucha gente en la calle que sale a trabajar. Cojo un bus para mi casa. Estoy cansada pero muy feliz. Llego a mi casa y todos están dormidos, ni siquiera se enteran de la hora a la que llego.

EL TRASTEO


Cada vez que hago algo malo limpio mis culpas haciendo oficio. Los tres días siguientes mi casa parecía una tacita de plata, estaba reluciente.
Como mi primo se fue, voy a ayudarle a mi tía con lo del trasteo, a empacar todo. Parece navidad, hay muchos juguetes de los niños que son para regalar, cosas muy costosas.
Estábamos almorzando cuando llamó mi primo y pusieron el altavoz. Me emocionó tanto escucharlo, que se me aguaron los ojos y no pude casi hablar. Nos cuenta de su vida en Canadá. No es fácil estar tan solo.
En la noche ya estoy mamada. Con las manos negras de la tinta que suelta el periódico. De envolver todas las cosas carísimas en hojas y hojas. La mayor cantidad de objetos en la menor cantidad de cajas posible, como dice Homero, tengo práctica después de tantas horas jugando tetris. Todas tienen letreros de frágil, super frágil, super hiper frágil, delicado, delicadísimo, extremadamente delicado.
Mi mami a rescatarme de la casa del papel periódico. Ya me mame de la esclavitud ni que decir de mi espalda que está hecha añicos. Llevo tantas maricadas, que llamamos a mi papi para que nos recoja. Llevamos una bolsa con jijue mil balones, juguetes, patines, accesorios como rodilleras, coderas, etc., etc. La próxima semana es el trasteo de verdad.

DE PASEO


A las diez de la mañana al siguiente día, todos los borrachos aun dormíamos. Edilberto viajó con 3 niños: su sobrino de 7 años, un primo de 8 y una niña de doce años. Los niños en la mañana ya estaban junto a la piscina.
Yo no dormí muy bien porque Edilberto ronca y anoche hasta creí que se iba a morir del horrible ruido que salía de su ser. Además, estaba preocupada y quería llamar a mi casa. Cogí a escondidas el celular de mi novio y llamé a mi casa. Cuando contestó mi mami dije Aló y de inmediato se cortó la llamada. El celular estaba sin batería.
Me acosté a dormir otro rato, no había nada más por hacer. A las doce nos despertamos. Adriana se levantó con los niños y les preparo desayuno, ahora Claudia debía prepararnos el desayuno a nosotros. Me arreglé y salí mucho más fresca, los muchachos se alistaron para bajar hasta el pueblo y traer la carne del almuerzo. De repente los muchachos ya no estaban y mi novio había desaparecido. El desgraciado se largó con sus amigos y ni siquiera me dijo que se largaba.
Me tocó socializar con esas viejas. Luego, salí hasta los columpios y recordé el paseo con los profesores. El desgraciado de Nicolás no me llamó.
Me senté en un columpio. Me fui descalza pisando el prado, tenía una bicicletero corto y una blusa de tiritas. Empecé a impulsarme como si quisiera también salir de mi cuerpo. Sentía mi cabello volar al viento y luego taparme el rostro. No se cuanto tiempo estuve allí, pensando todo, pensando nada, solo sintiendo. Cuando me baje me dí cuenta que de la fuerza que había hecho me salieron ampollas en la palma de las manos.
Me fuí a ver lo del almuerzo, pedimos a un señor que prendiera un asador para cuando llegara la carne. Casi una hora después llegaron los muchachos. Ya había puesto a hacer el arroz y esperaba que mi novio me colaborara con la carne. Pero no. Tampoco sé que se hizo. Estaba ocupada y no lo volví a ver.
Cuando logré desocuparme fui a buscarlo, lo encontré en la piscina refrescándose. Obviamente le reclamé.
- ¿Tienes algún problema conmigo?
- No, ¿porque?
- ¿Porqué desapareciste?
- Si, pero es que no pensé, solo me fui con ellos.
- ¿En algún momento pensaste en mi? No respondas. Yo quiero llamar a mi casa y estaba esperando que ustedes salieran para poder llamar a mi casa.
- ¿Intentaste desde el celular?
- La verdad si, pero está descargado. Además necesitaba que me ayudaras a hacer el almuerzo. Era responsabilidad de los dos y tampoco me ayudaste.
- Ya iba a ayudarte.
- No, ya no tienes que hacerlo. Ya terminé. Espero al menos verte a la hora del almuerzo.
Cuando bajó ya había servido el almuerzo y hasta ya me había sentado a comer. Cuando terminamos de almorzar él empezó a lavar los platos. Me senté en la parte trasera de la casa a hablar con Mauricio. Los niños querían ir a recoger frutas, pero les pedí que esperáramos a mi novio para ir todos. El terminó de lavar la loza y se volvió a perder. ¿Cómo pretende que yo esté de buen genio si no colabora? Y claro que tenía motivos.
Después todos nos fuimos a jugar fútbol, jugamos voleibol, jugamos a la olla. Terminamos exhaustos de jugar con los niños. Le pedí a Edilberto que fuéramos al pueblo para poder llamar.
Hablé con mi mami y extrañamente estaba tranquila, no se puso de mal genio, hasta me dijo que me cuidara. Regresamos a la casa y jugamos ping pong en parejas. La pasamos muy bien.
Al día siguiente fuimos a un parque ecológico. Regresamos a la casa y con la misión de terminar con todas las existencias de comida. Cuando todos estuvimos listos nos montamos al carro. Nos dejaron de nuevo en el pueblo para coger un bus que nos llevara a Bogotá.
En la noche llegué ami casa. Tengo muchas cosas que definir cosas: mi futuro, el futuro de esta relación. Estoy mamada.

VOLADA

Desde el primer teléfono que encontré llamo a mi novio. Terminamos discutiendo porque quiere que salgamos con Edilberto a viajar. A mí me encantaría viajar, pero me preocupa que le debemos plata a Edilberto (trago y rumba).

Desde el apartamento vuelvo y lo llamo. Un poco mas calmados. Accede a venir por un rato, a hablar conmigo, a salir por ahí y ya. Lo esperé y mientras, abrí otra lata.
Llegó decidido a convencerme que nos fuéramos de Paseo. Solo por esta noche y a la mañana siguiente volvemos. Me hizo alistar algo de ropa, aunque yo seguía sin estar muy convencida. Sacamos de la nevera varias cervezas incluyendo unas que yo ya me había robis choreado.
Llegamos hasta la Av. Boyacá y cogimos un Bus hasta la 80. Conseguimos un colectivo que decía "La Vega". De camino mi novio empieza a marcarle a Adriana, la hermana de Edilberto al celular. Pasó algo que nunca jamás le sucede a nadie cuando está viajando: el celular no tenía señal. Llegamos al pueblo y no nos podíamos comunicar.
- ¿Sabes dónde queda la finca? - Le pregunté.
- No, no sé.
- ¿Sabes el nombre de la finca?
- No.
- ¿Sabes como se llama el dueño de la finca?
- Tampoco.
Que maravilloso viaje, solos, con poco dinero, perdidos y sin una clara esperanza de encontrarlos. Yo estaba histérica y terminé reprochándole muchas cosas. En otra época jamás lo hubiera hecho, quizás lo hubiera tomado como una anécdota del viaje.
Pero quería demostrarle lo inmaduro que es. Quería hacerle saber que es poco precavido. Que me puede poner en situaciones difíciles por sus viajes repentinos. Que nos hace falta dinero para estar más cómodos y tranquilos, etc., etc. Fueron muchas cosas las cosas que le dije directamente y lo que no, se lo insinué.
Después de esperar un tiempo no definido que se hizo eterno en ese absurdo silencio, sonó el celular, era la hermana de Edilberto que había apagado el celular y olvidó volver a prenderlo. Como a los diez minutos llegaron Edilberto y Mauricio en un carro a recogernos.
- Llevemos trago porque nadie se va a devolver a comprar.
Entramos a un supermercado y en la sección de licores empezamos a decidir. Todos querían comprar dos cajas de aguardiente y aparentemente la decisión dependía de mí. De nuevo me puse de mal genio con él por ponerme en esta situación.
Ellos piensan en trago y rumba. Mientras yo pienso que no tenemos dinero, la semana siguiente debo pagar a Edilberto cien mil pesos, no tengo ni siquiera esa cantidad completa, no se de donde la voy a sacar y esa deuda es de mi novio y mia, y él no me va a ayudar.
En ves de pagarle, salimos de viaje a gastarnos todo lo que no teníamos. Es irresponsable e inconsciente. De cositas como esta es de las que estoy harta, no lo aguanto más.
Resultado: Compramos las dos cajas y nos fuimos a la casa. Era una finca muy linda, con cancha de voleibol, basketbol, fútbol, piscina, juegos para niños. En el centro una cabaña con diez camas y al lado la casa muy bien dotada.
Nos turnamos por parejas quienes deben hacerce cargo de cual comida. Esa noche después de la comida nos sentamos en una mesa, sacamos las cartas y empezamos a jugar y a beber. Después de aburrirnos jugando continental empezamos a jugar manotazo. Por fin reímos.
Cuando ya estábamos bebidos pusimos música. Estábamos tan escandalosos que Adriana se levantó para pedirnos que le bajáramos un poquito al equipo y dejáramos de gritar. Mucho más tarde ya cansados cada uno se hizo en una silla, yo me recosté en un sofá con mi novio. Pronto el trago y el cansancio me venció.
Entonces recordé de nuevo a mi primo, no pude contenerme y lloré, estaba repasando lo sucedido todo el día, y me di cuenta que en todo el día no había comido y ni siquiera se me había antojado comer algo. Mi novio se durmió y Edilberto empezó a rumbearse con Claudia.
Claudia es una gigantona sin gracia y Edilberto le queda de llavero. Hacen una pareja muy dispareja y hasta extraña. Levanté a mi novio y lo llevé hasta la cama.
Esa noche yo dormí de un extremo de la cama y él durmió del otro.

LA DESPEDIDA DE JAIME EDUARDO

El 1 de enero me acosté como a las dos de la mañana. A las cinco de la mañana mi mami me despierta, vamos a despedir a mi primo en el aeropuerto.
Tenía algo de guayabo, me visto, saco cuatro latas cerveza y me las meto en el bolsillo. Mi primito se va para Canadá a estudiar. Ya se sabe: es por su bien, es muy bueno que tenga la oportunidad de viajar, de aprender, pero es muy duro separarnos de él.
Al llegar al aeropuerto nos encontramos con toda la familia. Uno a uno van llegando. Estamos bromeando mientras esperamos.
Hablamos por celular, ya casi llegan. La imagen se repite en mi cabeza como si sucediera en cámara lenta, entra mi tía y detrás entra mi primo. Tiene una cara de tristeza, sus ojos están hinchados y más chiquitos que nunca de tanto llorar.
No puedo, al cerrar los ojos siento dos enormes lágrimas que corren por mi cara, es muy triste ver al niño así. Él tiene 19 años y quiere estudiar ingeniería de Petróleos.
Desde que estaba pequeño se planeó este viaje. Hace un año tiene novia, su primera novia. Hace unos meses él de pronto dijo no, no me voy. Todos los planes se fueron al piso. Cuando el se fuera a Canadá, se vendía la casa, y se pasaban a una casa mas pequeña.
El niño está haciendo fila y todos estamos muy animados contando chistes y riéndonos. Se hace todo lo de rutina, le pesan la maleta y cuando terminan, subimos a la sala de espera.
Allí él se despide de cada uno de nosotros. Todos lloramos. Es extraño, más parece un velorio. Nuestra familia nunca se ha separado y no sabemos asimilar lo que es esto. Por eso tanto dolor. Todos tenemos los ojos rojos de tanto llorar.
Al final su hermano lo abraza y llora. Ellos siempre han sido compañeros de juegos, amigos, cómplices, toda la vida juntos. Al verlo atacado llorando se me rompe el corazón y todos alrededor lloramos. Casi por fuerza los separan para que Jaime Eduardo se pueda ir.
Una vez se ha ido nos quedamos unos pocos, tomamos tinto y hablamos un rato. Ya un poco más relajados. Mi hermana a las tres sale para Cartagena a trabajar, estará una semana mas o menos.
Mi tía (la mamá de Jaime Eduardo). Dice que es mejor que Carol se lleve un celular para que podamos comunicarnos, pero el celular está en la casa así que yo me voy con ellos para recogerlo.
Cuando llego a la casa de mi tía, llegamos a la par con el otro carro. Entramos a la casa y al llegar a allí, es como si viniéramos de un entierro. Todos entran sintiendo el frío y lo pesado de su ausencia.
Mi tía que casi no ha llorado entra devastada, por fin está en su casa donde puede llorar sin que nadie le diga nada, este es su hogar donde su hijo mayor ahora falta. Ya él no va a gritar y vociferar por comida. Ya no va a salir corriendo por toda la casa y a llevarse a todos por el camino. Ya no va a cantar vallenatos a todo grito. Ese es el dolor que se siente en la casa. Me contagio de ese dolor y entiendo lo profundo de la falta. Recojo el celular y salgo a coger el bus que me lleve a la casa. Las calles están solas. Todo el mundo está en su casa descansando después de una noche de rumba o está viajando. La ciudad está desierta. Me subo al bus y siento el calor de las lágrimas.
Tengo mis gafas oscuras y lloro. Destapo otra cerveza y bebo como si cada vez que bebiera eso me impidiera seguir llorando. Pero no, creo que mi tristeza es cada vez más grande. Al llegar a la casa me dirijo a la habitación de mi mami para contarle que ya llegué. ¿Cómo te fue?, pregunta.
- Bien, pero... No puedo mas y empiezo a llorar.
- ¿Qué pasó?
Le comento lo que viví al llegar a la casa de mi tía. Estoy cansada pero le voy a ayudar a mi hermana. Pongo el celular a cargar y empiezo a recordarle cosa por cosa. Que llevas de ropa?, llevas champú?, llevas jabón? (me siento grande).
Finalmente me voy a dormir. Duermo un rato y me levanto como a las dos horas para llevar a mi hermana al terminal. Salimos todos y la idea es dejar a Carol para luego ir a donde mis abuelitos don estamos invitados a un asado. Yo no tengo la más mínima intención de ir con ellos. Quiero mucho a mis abuelos pero ya estoy saturada de tanta unión familiar. Además quiero ver a mi novio. Carol se fue, acompaño a mis papás y a Paula hasta un taxi.
- Tu no vas? pregunta mi mami.
- No ma, nos vemos luego. Bye

12.09.2005

LUCY

Toda la semana lo planeó. Le regaló toda su ropa a una señora que lavaba los platos en el bar de Edilberto. Lucy era una niña pobre, además de estudiar tenía que trabajar para colaborar con los gastos en su casa, ella vivía con su familia en un inquilinato.
Su casa quedaba en un lugar por allá en las lomas cerca del barrio Belén, Jerusalén. Por esos barrios. La noche anterior fué al bar de Edilberto, estaban haciendo la despedida a uno de los muchachos que trabajaban allá. La invitaron a comer un pedazo de pastel, comió pero no se quedó por mucho tiempo.
Camino a su casa se encontró con Nadia, ellas no eran muy amigas, pero esa tarde Lucy le contó todo lo que había pasado entre Edilberto y ella. Se quejó porque su familia no aceptaba a Edilberto (pero, ¿aceptarlo en que? ó ¿por qué?).
Como habló tanto con Nadia se hizo tarde y Nadia le pidió que se quedara en su casa.
Lucy llamó a su mamá y le pidió permiso. La mamá le dijo que ella era una vagabunda que ahora se quería quedar en la calle, no le dio permiso.
Lucy al día siguiente estaba en su casa, habló con una vecina, hizo el almuerzo y cuando dejó todo arreglado cogió una toalla, y se colgó en el baño de su casa.
Como los pies tocaban el piso, los encogió para hacerse pequeñita. Si se hubiera querido salvar lo único que debía hacer era pararse, pero no, no lo quiso hacer.
Lucy dejó la tradicional nota suicida donde decía que sus motivos para suicidarse no los iban a entender. La mamá de Lucy no encuentra al igual que nosotros un motivo para que ella lo haya hecho, pero igual encontró en Edilberto un supuesto culpable.
Creo que la única culpable es Lucy. Lo único valioso que podía tener en su vida era su vida y no tuvo ningún reparo en acabar con ella. Pero si en esta tierra se quiere encontrar un culpable, más culpable que Edilberto, es la familia de Lucy.
Porqué no estuvieron pendientes?
Porqué no se enteraron de las ideas que tenía esa niña?
Porqué permitieron que eso pasara?
La familia de Lucy estaba media enloquecida y la mamá de Lucy no hace mas que decir que Edilberto es el culpable, por eso fueron esa noche a buscarlo.
Bien pudieron cogerlo a golpes. Entiendo que en un momento de ira e intenso dolor pudieron hasta haberlo matado. Pero que injusto es echarle la culpa cuando él no llevó las cosas más allá.
¿De que va a ser culpable? ¿De besarla?, ¿De rumbeársela una noche?, ¿De no haberle hecho la vuelta esa noche?, ¿De por primera vez que yo sepa, ser responsable y decirle: no lo hagamos porque no tengo condones?.
El se portó muy bien con ella, la trató como a una amiga, la invitó a comer ponqué. Nada extraordinario.
Edilberto esa noche al enterarse entró en shok, para poder dormir tuvo que tomarse una botella de aguardiente y de ahí en adelante pasó noche, tras noche sin dormir.
Como a los cuatro días Edilberto puso una Caución a la familia de Lucy para así tener la posibilidad de hablar con ellos, saber lo que pasó y entender cual era la posición de la familia hacia él.
Cuatro días después de la muerte de Lucy, Edilberto fué a una estación de policía para poner una caución a la familia de Lucy y así tener la posibilidad de hablar con ellos. Estaba poniendo la caución, se asomó a la calle y ... (por favor visualicen lo que voy a contar)
un señor venía manejando una zorra (mezcla entre caballo y burro, utilizado para carga). El señor paró la zorra frente al lugar donde estaba Edilberto y se bajó. El animal de pronto, vio a Edilberto y fue como si hubiera visto al mismo demonio.
Arrancó a correr calle abajo, desde la carrera cuarta hacia la décima. Esa calle es bastante inclinada. A medida que el animal descendía ganaba mas velocidad.
En el cruce con la séptima un viejito iba pasando con dificultad y la gente al verlo empezó a gritarle CUIDADO, CÓRRASE. El viejito no reaccionó hasta que tuvo al animal como a cinco metros de distancia, entonces pegó un brinco hasta el andén. Al señor no le pasó nada.
El animal siguió calle abajo y se veía como en la décima pasaban y pasaban buses en ambos sentidos a toda velocidad. Se veía claramente al caballo correr desbocado y al llegar a la décima de pronto había animal y dos segundos mas tarde no había nada.
Edilberto se asustó y lo llamaron para terminar de hacer la diligencia. Al salir de la estación bajó hasta un CAI que queda cerca de la décima y preguntó sobre el accidente de la zorra. Le contaron que al llegar a la décima la zorra fue arrastrada por una buseta. Tras la buseta se estrellaron unos seis carros mas.
El animal no murió pero si quedó con la carraca saliendo por la mejilla. No le hablaron de muertos así que al parecer tras semejante accidente nadie murió. (aparte del animal)
Edilberto se sintió tan trastornado que empezó a pensar que él era el anticristo o algo así. Cuando llegó a la casa su hermana estaba muy afectada, porque ese día al salir de la casa pasó un tipo y le robó el celular.
Su otro hermano también había tenido un día muy malo así que se fueron a la iglesia de Las Aguas. Le contaron todo lo que les había pasado a un sacerdote. El sacerdote les habló, les dio una nueva perspectiva sobre todo lo que había pasado.
Las palabras del sacerdote lo hicieron sentir mejor. Después de tantos días pudo esa noche dormir.

POR FIN APARECE EDILBERTO

Es 30 de diciembre y mi novio me pide que salgamos con Edilberto esta noche.

Desde la muerte de Lucy no he vuelto a saber nada de él y la verdad me preocupa, hasta lo he llamado a su casa y nada. Llegamos a la casa de Edilberto, hablamos un rato, realmente lo siento muy cambiado. Está trasformado por lo que pasó.
La noche que llegué al bar y me mostró el carro, fuimos a llamar a Nadia, ella dijo que el día anterior había visto a Lucy, pero que no sabía nada de ella. Edilberto le pidió el favor de averiguar que había pasado con Lucy.
Se fue a su casa llamó de nuevo a Nadia y ella no estaba. Era muy extraño que ella hubiera salido porque ya era muy tarde. Edilberto llamó a la casa de Lucy y contestó una señora. El comentó: - Yo soy Edilberto, anoche ustedes me fueron a buscar porque Lucy esta desaparecida, yo si era el que estaba ahí pero como no los conozco, me negué.
La señora que contestó era una tía de Lucy y le respondió llorando.
- Usted es el culpable y tiene que hacerse responsable por la muerte de Lucy.
- ¿Cómo que la muerte de Lucy?
- Si, es que la niña se suicidó.
Edilberto quedó en shok, no supo que mas hacer.

12.07.2005

NAVIDAD

Ya es 24. Nicolás no ha llamado. Todo el día he estado corriendo con cosas de la casa. Rafael llama, está bebiendo en la oficina y dice que quiere puede pasar, que lo invite a almorzar, que me quiere ver.
- No, no hay ni almuerzo en mi casa.
En casa empacamos regalos, hay mucho por hacer. Suena el timbre.

Es la primera vez desde que terminamos que se atreve a tocar a mi puerta. Mi mami se sorprende y lo recibe bien. Obviamente está muy tomado y yo estoy en pinta de coima.
Mientras todos hablan yo voy a vestirme. Mi mami nos manda a recoger a mi hermana que está trabajando.
Llegamos al centro comercial, buscamos a mi hermana, otra mas que se sorprende al verme con él. Ella aun no puede salir.
Lo llevo a tomar una cerveza. Estamos bastante alegres, la música es buena, hoy es 24, así que la suma de esas variantes genera como resultado el terminar rumbeando.
Quiere que pase Navidad con él, ni loca. Salimos ebrios dos horas después, recogemos a mi hermana y tomamos un taxi para ir a la casa.

12.05.2005

TERCER ENCUENTRO CON EL COLEGIO

Nos encontramos temprano para ir de paseo todos los del colegio y como imaginé el único que jamás llegó fue D. Llegamos a Cachipay, la finca se llama LA ALCANCIA y es muy bonita. Desde que llegamos la única misión es beber.
Mientras bebemos, empezamos a jugar Sabelotodo. Nos separamos: hombres contra mujeres; el equipo que pierda hace striptiss. Los hombres perdieron.
Juancho (el teacher dueño de la finca) nos lleva a ver los caballos de paso que tienen.
Después del almuerzo nos sentamos a hablar (Nico y yo) en una silla, cerca del grupo, todos nos ven pero nadie puede escucharnos.
Yo tengo un tatuaje en la parte baja de la espalda. Él tiene uno similar pero empezando la espalda.
- Nico, que significa tu tatuaje?
- Mi tatuaje... simboliza la lujuria. ¿Y el tuyo?
- Nunca le he contado a nadie (pura cuento), es un ideograma japonés que simboliza la satisfacción. Representa tus deseos satisfechos.
- ¿Puedo cumplir con el ideal de tu tatuaje? Me pregunta.
- Solo si yo puedo cumplir con el tuyo. Respondo sonriendo.
- ¿Si lo quieres?
- Claro.
- Entonces dame un beso acá.
El trago ya ha cumplido su misión en mi, miro a todos y me parece muy arriesgado. No, mejor vamos a otro lado. Mientras los demás se distraen ambos nos encontramos en otro lugar. Nos besamos.
La verdad no me gusta su forma de besar, los besos se vuelven cada vez más intensos y me aprieta con sus brazos, creo que pretende que lo hagamos acá? No está ni tibio. Afuera hay mucha gente, y de pronto escucho de afuera una grito: ANGELICA... ANGELICA DONDE ESTÁS?
Bueno... me salvó la campana, que vaina... me da risa, acomodo lo que se haya desacomodado y salimos. La noche cae y en la finca no hay luz, en esa oscuridad volvemos a la ciudad.
Nico se sienta a mi lado, me besa y todos se dan cuenta. Me pide el número de teléfono y, no se porque pienso que sucederá como en las películas gringas en que el tipo queda en llamar y nunca lo hace.
No se exactamente que es lo que esconde. Parece tener un lado oscuro. No tengo ni idea que es. Ahora imagino como D. va a tomar todo esto. Eso le pasa por no ir.

BloGalaxia la blogoteca
imagen
Directory of Personal Blogs  Bitacoras.com Suscribir con Bloglines